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CAMPAÑAS

En la última década, se ha incrementado el uso de enfoques multidisciplinarios para resolver problemas de conservación. Por ejemplo, para reducir el tráfico ilegal de fauna, se combinan herramientas y conceptos de las ciencias sociales con estrategias de comunicación para entender las motivaciones detrás de la demanda de fauna, e influenciar la adopción de comportamientos sostenibles. Este enfoque emergente es lo que llamamos campañas de cambio de comportamiento.

En Provita con la iniciativa VOLANDO JUNTOS deseamos incrementar el alcance geográfico y taxonómico de las campañas de cambio de comportamiento, ofreciendo nuestra experiencia  con dos especies de aves venezolanas, amenazadas y sujetas a tráfico ilegal de fauna:

  • la Cotorra cabeciamarilla (Amazona barbadensis)

  • y el Cardenalito (Spinus cucullatus)

 

Con ambas campañas, buscamos reinventar nuestra relación con las aves silvestres, para que podamos seguir disfrutando de ellas de forma sostenible.

Campaña para reducir la demanda de la cotorra cabeciamarilla

Campañas - especies - Cotorra.png

La Cotorra cabeciamarilla ha sido utilizada como mascota de compañía desde la época pre-colombina [3]. Actualmente, en la Península de Macanao, Isla de Margarita, Venezuela, donde se encuentra una de las mayores poblaciones de la especie, 3 de cada 10 personas, tienen cotorras en sus casas [4,5].

 

En Macanao, la demanda de cotorras está motivada por la necesidad de compañía, una empatía mal entendida por la conservación del animal y por una extendida norma social que tolera y justifica la tenencia [5].

La campaña CIELO VERDE incentiva, entre las audiencias que más demandan cotorras, la participación en actividades al aire libre como una alternativa de suplir los beneficios que las personas perciben al tener cotorras (compañía y entretenimiento), sin necesidad de tenerlas cautivas. [1] 

 

Pensamos que, si logramos promover normas sociales y actitudes positivas hacia la no-tenencia de aves silvestres como mascotas, así como espacios y oportunidades en donde las personas puedan disfrutar de sus aves favoritas, a la vez que refuerzan su sentido de comunidad, se podría generar el cambio que deseamos: a mediano plazo, reducir la demanda de las cotorras, y a largo plazo, el tráfico ilegal de las mismas.

Conoce más sobre la teoría de cambio que propone nuestra campaña ingresando a la página de RECURSOS de este sitio.

 

Los cardenalitos silvestres han sido utilizados en la práctica del aviculturismo desde la década de 1950, ya sea para criarlos en cautiverio (obtener el fenotipo ancestral), o para generar híbridos (canarios rojos) o mutaciones [3].

Actualmente, el comercio de cardenalitos opera en una red de tráfico que moviliza en promedio 70 aves/año, lo que representa un porcentaje importante de la escasa población remanente de la especie. Esta red involucra al menos 15 actores, operando en mercados nacionales e internacionales [4,5]. Entre estos actores, los avicultores de Venezuela, Brasil, España/Portugal (nodo ibérico) y Estados Unidos juegan un papel importante al ser los principales consumidores [5].

La demanda de cardenalitos silvestres se basa en parte, en la creencia de que incluir aves silvestres en el plantel de cría permite mantener la diversidad genética y resguardar conductas reproductivas favorables en las aves cautivas [6].

 

La campaña ANIDANDO FUTURO, promueve espacios de discusión (talleres, foros) en donde los avicultores pueden adquirir, discutir y difundir prácticas de cría sostenibles. De esta forma, los avicultores continuarán disfrutando de su ave favorita, a la vez que contribuyen de forma efectiva para reducir el tráfico ilegal del Cardenalito.

© 2022 por Provita 

Campaña para reducir la demanda del Cardenalito

Campañas - especies - Cardenalito.png
Cardenlito
Cotorra
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